viernes, febrero 23, 2007

El mirador


"Al pisar aquella colina me di cuenta de que estaba entrando en el cielo. La recorrí paso a paso, me perdí por sus calles, descubrí su vida,... hasta que llegué a aquel mirador. Allí tú apareciste y bailamos al son de aquel músico ajenos al mundo... Tan sólo tú y yo envueltos por la música, la luz y los colores."

sábado, febrero 17, 2007



"... Pienso que la amistad no puede existir sino en hombres buenos; y en esto no quiero ser extremoso, como aquellos que tratan este asunto con rigor excesivo, acaso justificado, pero poco práctico para la vida: niegan, en efecto, que un hombre pueda ser bueno sin ser sabio..."


"...Los que obran y viven dando continuas pruebas de sinceridad, de honradez, de justicia y de generosidad, sin que haya en ellos deseos culpables ni pasiones ni viles arrogancias y son hombres de gran constancia, como lo fueron aquellos que acabo de nombrar, merecen el título de buenos que les dieron nuestros antepasados, porque han seguido, en cuanto pueden hacerlo los humanos, a la naturaleza, que es la manera por excelencia del buen vivir."


"... Y cuán grande sea la fuerza de la amistad puede verse, sobre todo, si se considera que, de la infinita sociedad del género humano, formada por la naturaleza misma, la amistad se reduce y restringe de tal modo que el amor sólo vincula a dos personas o, a lo sumo, a unas pocas."


"...La amistad en sí no es otra cosa que una constancia absoluta de pareceres sobre todas las cosas divinas y humanas, unida a una benevolencia y amor recíprocos: y no creo que, exceptuando la sabiduría, los dioses hayan hecho al hombre un don más precioso. Hay quienes prefieren las riquezas , otros la salud, éstos el poder, aquéllos los honores, muchos, incluso, los placeres. Esto último es realmente digno de bestias; por lo que hace a aquellos otros bienes, son fugaces e inseguros y dependen no tanto de nuestra prudencia cuanto de los caprichos de la fortuna. Los que ponen el sumo bien en la virtud ningún reproche merecen; pero esta misma virtud engendra y alimenta la amistad, y sin virtud no hay amistad posible."


"...Sucede también que a veces, desgraciadamente, nos vemos obligados a dejar las amistades: y con esto bajamos ya de las amistades de los sabios a tratar de vulgares. Con frecuencia los vicios de los amigos manchan no sólo a sus amigos, sino también a otros, cuyo deshonor recae, sin embargo, sobre los amigos. Semejantes amistades deben irse aflojando poco a poco y, como decía Catón, más bien se deben descoser que no rasgar; a no ser que se encienda alguna injuria tan intolerable que no sea justo ni honroso ni posible el no romper al instante."


"...Ahora bien dignos de nuestra amistad son tan sólo quienes tienen en sí mismos algo que merezca ser amado. Éstos escasean mucho, como escasea todo lo bueno, y nada hay más difícil que encontrar algo que, bajo todos los aspectos, sea perfecto en su género. Pero la mayoría no conocen en el mundo cosa buena, como no sea provechosa, y, tratándose de elegir amigos, como si fueran ganados, prefieren aquellos de los que esperan obtener mayor rendimiento."


M. T. Cicerón, De amicitia

(Traducción de Valentín García Yebra)

domingo, febrero 04, 2007

Isla Esmeralda XI


... I believe in Leprechauns ...