Su laberíntica medina de treinta y tres kilómetros hace que se pueda perder en ella hasta el más veterano de sus habitantes y sus vistas panorámicas acompañadas de una puesta de sol y la llamada a la oración hacen que sea inolvidable...
Sólo se me ocurre una palabra: volver...
4 Comments:
vaya!!!no tengo el gusto de volver, porque degraciadamente nunca he tenido el gusto de ir, pero sin duda no me arrepentiria....saludos!!
...se é que teño que viaxar mais...
saúdos.
Encantada de coñecerte Mrs.Doyle!
Teño moitas ganas de pasarme por esas paraxes tan exóticas! pronto, pronto!
Un saúdo con olor a chuvia
Yoli ;-)
Benvida a ti tamén a este recuncho, Moralla.
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